Dos figuras revolucionarias en la historia del arte europeo les define el Museo, poniendo al mismo nivel al alemán y al aragonés en un acto de modestia o miopía. Esta primera y concentrada exposición individual de Polke en Madrid sirve para que nos lo califiquen como ‘uno de los artistas más influyentes del arte contemporáneo europeo’, y para descubrir su dialogo con la tradición pictórica española. ‘Dos artistas separados por casi dos siglos, pero conectados por su enfoque disruptivo y visionario’: es el mensaje.
La exposición reúne 27 cuadros del artista alemán acompañados de algunas fotografías y dibujos, y se inicia con ‘Las viejas o El Tiempo’ (1810-12) de Goya perteneciente al Museo de Lille, que se presenta por primera vez en España, junto a su radiografía, una imagen que desvela composiciones que atrajeron de manera especial a Polke. Este descubrimiento le animó a experimentar nuevas búsquedas artísticas y fue una fuente de inspiración para profundizar en sus propios intereses artísticos. Desde el encuentro de Polke en 1982 con este cuadro, su obra resultó influida en temática, técnica y criterios compositivos. En el análisis con rayos equis de esta obra, Polke descubrió mucho más de lo que su intuición le había llevado a buscar. Este desvelar lo que está oculto le reafirmará en su visión de la pintura como capas que sedimentan el tiempo y la
memoria.
El recorrido no se desarrolla de un modo cronológico, sino a través de conceptos que atraviesan el tiempo, entrecruzándose con el uso de las diversas técnicas, poniendo de manifiesto la complejidad creativa de este artista, ‘uno de los fundamentales en nuestro tiempo’. Sigmar Polke (1941 Silesia, actual Polonia – 2010 Colonia) es un pintor alemán postmoderno dentro de la corriente del pop art. En 1963 fundó con Richter y Lueg el Kapitalistischen Realismus (Realismo Capitalista), que se apropiaba del lenguaje de la publicidad haciendo referencia antagonista al realismo socialista desde nuestra sociedad de consumo. Mezcla influencias, hace variaciones de obras clásicas de autores como Durero o Kandinsky, imitaciones del arte povero y conceptual, en fin una especie de anarquismo visual donde vale todo, usando lacas, pigmentos, impresiones, capas superpuestas que quieren ser una alucinación o un sueño velado. También se comentará su trayectoria diciendo que fue irreverente y profundamente escéptico, que elaboró desde los sesenta hasta su muerte en 2010 pinturas en todo tipo de formatos, desde lo íntimo a lo monumental, en las que primero dejó ver su personal respuesta a la naciente sociedad de consumo (años 60), después manifestó su interés por los viajes, la vida en comunidad y los efectos de las drogas (años 70) y posteriormente se volcó en la experimentación con los materiales, los colores y el paso del tiempo (años 80). La Tate Modern le dedicó una gran retrospectiva en 2014.
La influencia de Goya en Polke y la complicidad que este siente hacia aquel abarca especialmente tres ámbitos: el autor y su circunstancia artística, política y social; la iconografía objetual y antropomórfica visible y oculta; y su ejecución en concreto. La curiosidad indujo a Polke a explorar con rayos X lo que intuía que había detrás de la escena y ello le proporcionó una rica concatenación de temáticas para desarrollar en su obra; pero, además, se detuvo en determinados fragmentos del lienzo que fotografió y luego agrandó en fotocopias que alteró dibujando sobre ellas. En la parte superior izquierda de la radiografía del cuadro de Las viejas se identifica con bastante claridad una Resurrección de Cristo de una composición anterior, rodeada de pequeñas nubes algodonosas en cuyo interior se vislumbran rostros o ánimas. Esta composición atrajo de manera especial a Polke, al conectar con su interés por lo mágico y lo paranormal y con su consideración de la obra de arte más como evento fenomenológico que como realida cerrada y completa.
La investigación iconográfica de Polke sobre el cuadro alcanzó hasta los más mínimos detalles, como el conjunto de joyas que adornan a la dama de blanco, especialmente la flecha que se aloja extrañamente entre sus rizos y sus excesivos pendientes. A partir de las pelucas que camuflan la calvicie de las ancianas extendió su interés por los tocados. También prestaría no poca atención a la silla y el espejo inquisidor que sostiene la dama de compañía, e incluso a la firma de Goya ampliada: ‘A partir de ella se desencadena la fecunda colusión entre la interacción casual o inducida y la asociación formal que invierte causas y efectos’, nos explican sin que lleguemos a entenderlo.
[amazon box=»B08F59Q8MV»]El final de los años sesenta del siglo XX en el que Polke inicia su andadura es un tiempo de cambios en lo cultural y en lo político. La modernidad que Goya había visto nacer se pone en entredicho en su modalidad determinista. En las circunstancias concretas de ambos artistas un régimen antiguo había caído, pero si bien la fractura cultural anterior había permitido el intento de construcción de un nuevo orden de cosas estable, la del siglo XX apuntaba a soluciones más complicadas, que debían incluir el concepto de desequilibrio en todos los ámbitos culturales. Es probable que Goya intuyese, ya iniciado el siglo XIX, que las luces acabarían recreando un mundo alienado y alejado de la experiencia, y por eso dejó de lado con cierta urgencia la idea de verosimilitud y abrazó en cambio con entusiasmo la incertidumbre de lo ambiguo y de lo cambiante. Polke lo captó y lo expresó a su manera, en las coordinadas espacio-temporales que le tocaron en suerte.
En el catálogo se subrayan un conjunto heterogéneo de paralelismos que revelan de un modo atemporal una conexión en las temáticas y en las facturas. A cargo de Gloria Moure, historiadora del arte y comisaria de la exposición, incluye textos suyos y de Sophia Stang (Directora general y directora científica de
la Anna Polke-Stiftung) y Francesco Guzzetti (investigador senior en la Università degli Studi de Florencia).
Polke puede gustar o puede horrorizar. De su obra expuesta aquí se sale con la impresión de burda acumulación confusa de materiales chocantes. Gigantismo y feísmo provocadores. Apenas sugerencias inspiradoras de belleza, de consuelo, de sosiego. En cuanto a ‘El tiempo y las viejas o ¿Fui yo?’, que es el título original de este cuadro de don Francisco que se exhibe en el Palais des Beaux-Arts de Lille, es interesante muestra desde el exilio francés de su regresó a la sátira sobre la sociedad y sus vicios de Los caprichos, quizás con una nueva expresión debida al color y a la intencionalidad más profunda. En otras composiciones creadas durante este período incluye representaciones de viejas brujas y prostitutas, como en las conocidas ‘Majas al balcón’ y ‘Maja y celestina’, así como de oficios de entonces en El afilador, La fragua y La aguadora. Es su ruptura con la pintura del siglo XVIII y el idílico estilo rococó de sus cartones para tapices.
Tal y como cuenta wikipedia, El Tiempo y las viejas no fue encargada, exhibida o vendida en vida del pintor. Fue creada para decorar su propia casa en la calle Valverde de Madrid y enfatiza el tema de la fugacidad de la belleza. Con ‘Majas al balcón’ y ‘Maja y celestina’ las tres pinturas son de tamaño similar y están ejecutadas sobre otras tres obras de otro pintor de principios del siglo XVII, probablemente de la escuela española: los exámenes radiográficos revelaron que representaban alegorías de los elementos basadas en grabados de Adriaen Collaert. El Tiempo y las viejas se pintó sobre la alegoría del aire, Majas en el balcón, de la tierra, y Maja y celestina, sobre el fuego. Durante la guerra, el pintor carecía de los materiales básicos de trabajo, por lo que en ocasiones pintaba sobre lienzos reutilizados. Es posible que el trío constituya una unidad temática en la que los significados individuales se complementan para dar una idea final.
Aproximación a la propuesta (del 1 al 10)
Interés: 7
Despliegue: 7
Comisariado: 8
Catálogo: 9
Programa de mano: 9
Documentación a los medios: 9
Museo del Prado
Salas C y D del edificio Jerónimos
“Sigmar Polke. Afinidades desveladas”
Hasta el 16 de marzo de 2025
A cargo de Gloria Moure
Con la Fundación Amigos Museo del Prado
En colaboración con el Ayuntamiento de Madrid
–CATÁLOGO
Fecha de publicación: 26 noviembre 2024
204 páginas
Medidas: 22 x 27 cm
Encuadernación: tapa dura
Idioma: castellano con cuadernillo de textos en inglés
ISBN Prado: 978-84-8480-629-5
PVP: 32 €
A la venta en Tienda Prado y en la web www.tiendaprado.com
–ACTIVIDADES
+Ciclo de conferencias Polke, Goya: una terca persistencia
15, 18, 22 y 25 de enero de 2025. Auditorio. 18.30h
+Charla para facilitar la visita autónoma del público
Jueves a las 12.30 y 17.00 h. Sala de Conferencias
+Radiografía de un Meteorito
Este taller creativo está impartido por Remate, músico (compositor e intérprete) de
formación clásica.
20 y 27 de noviembre. 4 de diciembre
De 16.30 a 19.30h
Precio: 10 €
Necesaria inscripción previa a través de la web del museo
+Concierto
Banda Sonora Original de la exposición
24 de enero de 2025 a las 19.00 h. Auditorio
Venta de entradas on-line y en taquilla a partir de diciembre
Precio: 12 euros.