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Muchos lo habrán vivido en su propia piel este verano: el sentido del humor cambia según los países.
En el extranjero, hay chistes que dejan de tener gracia y otros que no se entienden.
Pero hay elementos comunes a todas las culturas.
Así, al cruzar la frontera, una gracia o un chiste que funcionaría con nuestros amigos, en el extranjero no lo hace igual de bien. ¿Por qué?
Umberto Eco, el genial escritor, filósofo y profesor de universidad italiano fallecido en 2016, sostenía que el sentido trágico y el dramático son universales, mientras que el cómico, no.
COLORES
- – Mami… ¿cómo es que papa es chino, tu blanca y yo soy negro?
– Con lo que paso esa noche, agradece que no ladres.