Una contradicción insuperable…
UNA CONTRADICCIÓN INSUPERABLE ME NARRÓ AYER UN ASESINO INSOMNE Desconozco si al atento y desocupado lector, ora sea o se sienta ella, él o no binario, de estos renglones torcidos le ha ocurrido alguna vez algo parecido a lo que me pasó ayer a mí, que, de regreso de la capital en tren, tras acudir a Madrid a firmar un contrato de edición