Tras un inclemente bombardeo israelí, llega una tregua mediada por EE.UU. y Francia
El acuerdo busca poner fin a los combates y establecer una paz duradera en la frontera
El gabinete de seguridad israelí ha aprobado un acuerdo de alto el fuego con Hezbolá en el Líbano, marcando un hito significativo en el conflicto que ha azotado la región durante más de un año.
Este pacto, respaldado por Estados Unidos y Francia, entró en vigor el miércoles 27 de noviembre de 2024 a las 4:00 a.m. hora local, según anunció el presidente estadounidense Joe Biden.
El acuerdo, diseñado para ser un «cese permanente de las hostilidades», busca restablecer la calma en la frontera entre Israel y el Líbano, permitiendo el regreso seguro de los residentes desplazados a ambos lados de la Línea Azul. Esta línea, que sirve como frontera de facto entre los dos países, ha sido escenario de intensos enfrentamientos desde el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso televisado, destacó tres razones principales para buscar este alto el fuego:
- Concentrarse en la amenaza iraní
- Renovar las fuerzas militares y el equipo del país
- Aislar a Hamas en Gaza
Netanyahu subrayó que Hezbolá «ya no era el mismo» después de la ofensiva israelí, sugiriendo un debilitamiento significativo del grupo militante respaldado por Irán.
Términos del acuerdo
El acuerdo de alto el fuego incluye varios puntos clave:
- Un cese de hostilidades por 60 días
- Retirada de los combatientes de Hezbolá aproximadamente 40 kilómetros de la frontera
- Retirada de las fuerzas terrestres israelíes del territorio libanés
- Implementación más rigurosa de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU
La Resolución 1701, que puso fin a la guerra de 34 días entre Israel y el Líbano en 2006, sirve como base para este nuevo acuerdo. Estipula que Israel debe retirar todas sus fuerzas del sur del Líbano y que los únicos grupos armados presentes al sur del río Litani deben ser el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU.
Supervisión y cumplimiento
Para garantizar el cumplimiento del acuerdo, se establecerá un sistema de supervisión que incluye:
- Soldados de paz de las Naciones Unidas
- El ejército libanés
- Un comité multinacional
Estos grupos serán responsables de monitorear los movimientos de Hezbolá y asegurar que no se reagrupen al sur del río Litani.
Reacciones internacionales
El presidente Joe Biden y su homólogo francés Emmanuel Macron emitieron una declaración conjunta, comprometiéndose a trabajar con ambas partes para «garantizar que este acuerdo se implemente y se cumpla plenamente». Biden enfatizó que el acuerdo está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades, calificándolo como un «nuevo inicio para el Líbano».
Por su parte, el presidente israelí Isaac Herzog declaró que el alto el fuego debe «garantizar la seguridad total para todos los residentes del norte» de Israel. Aunque consideró el cese del fuego como «correcto e importante», Herzog aseguró que Israel protegería a sus ciudadanos «de cualquier modo».
Impacto humanitario y desafíos futuros
El acuerdo de alto el fuego promete un respiro muy necesario para los civiles tanto en el Líbano como en Israel. Según el Ministerio de Salud libanés, más de 3,000 personas han muerto por los ataques de Israel en el Líbano desde el 16 de septiembre, cuando Israel intensificó su campaña bélica contra Hezbolá. Además, más de 13,400 personas han resultado heridas.
Sin embargo, persisten dudas sobre la durabilidad de la tregua. Israel ha dejado claro que tomará medidas militares en respuesta a cualquier incumplimiento del acuerdo, lo que podría reavivar rápidamente el conflicto.
Implicaciones regionales
El alto el fuego entre Israel y Hezbolá tiene implicaciones significativas para la dinámica regional:
- Enfoque en Irán: Netanyahu ha señalado que una de las razones para aceptar el alto el fuego es permitir que Israel se concentre en la «amenaza iraní». Esto sugiere una posible reorientación de la estrategia israelí hacia su adversario regional más significativo.
- Aislamiento de Hamas: El acuerdo podría contribuir a aislar a Hamas en Gaza, al reducir el apoyo que recibe de otros actores regionales como Hezbolá.
- Estabilidad en el Líbano: El primer ministro libanés, Nayib Mikati, ha calificado la tregua como un «paso fundamental» para la estabilidad regional, lo que podría tener un impacto positivo en la frágil situación política y económica del Líbano.
- Papel de EE.UU. y Francia: La mediación exitosa de estos países en el acuerdo refuerza su influencia diplomática en la región.
Desafíos para la implementación
A pesar del optimismo, existen varios desafíos para la implementación efectiva del acuerdo:
- Historial de incumplimientos: Tanto Israel como Hezbolá han violado acuerdos anteriores, como el de 2006.
- Infraestructura de Hezbolá: El grupo ha construido una vasta red subterránea en áreas donde se supone que no debería tener presencia militar.
- Violaciones del espacio aéreo: Israel ha realizado vuelos casi diarios sobre el Líbano, contraviniendo acuerdos previos.
- Tensiones regionales: La situación en Gaza y las tensiones con Irán podrían afectar la estabilidad del acuerdo.
Perspectivas futuras
El éxito a largo plazo de este alto el fuego dependerá de varios factores:
- Compromiso de las partes: Tanto Israel como Hezbolá deberán demostrar un compromiso genuino con el cumplimiento del acuerdo.
- Supervisión efectiva: La eficacia de las fuerzas de paz de la ONU y el comité multinacional será crucial.
- Apoyo internacional: El respaldo continuo de EE.UU., Francia y otros actores internacionales será necesario para mantener la tregua.
- Desarrollo económico: La reconstrucción y el desarrollo económico en las áreas afectadas podrían ayudar a consolidar la paz.
En conclusión, mientras este acuerdo de alto el fuego representa un paso significativo hacia la estabilidad en la frontera entre Israel y el Líbano, su éxito a largo plazo dependerá de la voluntad política, la cooperación internacional y la capacidad de abordar las causas subyacentes del conflicto. La comunidad internacional observará de cerca cómo se desarrolla esta tregua en los próximos meses, con la esperanza de que pueda sentar las bases para una paz más duradera en la región.