La orden de La Moncloa, para sugerir que hay detrás una conspiración de las fuerzas del mal, es repetir como una letanía que no puede ser casualidad que justo ahora, coincidiendo con el Congreso Federal, afloren como hongos noticias sobre la corrupción de los parientes y compadres de Sánchez.
No paisanos no.
Lo que no es casualidad es que a Begoña la hicieran ‘catedrática’, sin tener apenas el bachillerato; que al músico David Azagra le crearan un empleo público con la simple obligación de acudir a currar sólo dos días al mes; que nombrasen fiscal general al imputado García Ortiz; que Aldama coincidiera con Ábalos en el avión de la chavista Delcy o que Santos Cerdan, Chiqui Montero, Armengol, Illa, Marlaska, Torres y conmilitones anden inmersos en tramas de corrupción.
Todo esos personajes tienen en común ser parientes o colegas del amo del PSOE.
Ese es el ‘nexo corruptor’ y no la vesania de algunos guardias civiles de la UCO, la persistencia de un puñado de jueces decentes o el coraje de unos cuantos periodistas no adictos al régimen.
‘Conspiración’ es lo que montaron estos caraduras, que se pusieron a robar como si no hubiera verano desde que okuparon el poder, ayudados por los proetarras vascos y los golpistas catalanes.
Esa condición -ser familiar, amiguete o cómplice del amo del PSOE– es la clave del tinglado.
Sánchez arranca el Congreso de Sevilla, donde los sumisos socialistas le aplaudirán como focas, con por lo menos 20 personajes relevantes de su entorno imputados, bajo sospecha o en la mira de Justicia.
Hoy nos enteramos de que su mujer, una particular, utiliza ilegalmente una dirección de correo electrónico, reservada al personal de la Administración.
Cuando al zote Patxi López se le escapó aquello de que Begoña era la ‘presidenta del Gobierno’, no fue un lapsus, sino la constatación de que si eres familiar o amigo del Nº-1 puedes utilizar sin recato medios y recursos públicos.
Este 20 de diciembre comparecerá ante el juez Peinado una tal Cristina Alvarez, jefa de Programas de Presidencia del Gobierno, para tratar de explicar porque hace labores de asistente personal de Begoña y la ayuda en sus negocios privados, cuando su sueldo sale del bolsillo del sufrido contribuyente.
Política demográfica no hacen y mucho menos incentivar la natalidad, pero es innegable que Sánchez y cuadrilla tienen en alta estima a las familias.
A las suyas y prueba de ello es como les facilitan, por tierra, mar y aire, que se lo lleven crudo.
