Estadístico supremo.
Joaquín Leguina recurre a unas breves pinceladas estadísticas para poner en tela de juicio que los independentistas vascos y catalanes quieran realmente la independencia.
Dice el expresidente de la Comunidad de Madrid en su tribuna en ‘The Objective‘ que lo que buscan es seguir trincando de la ubre estatal.
Ningún vasco en su sano juicio querría independizarse de España. ¿Para qué querría hacerlo si el resto de los españoles les estamos regalando ese robo llamado cupo y además les pagamos el enorme déficit que allí generan las pensiones? Vamos, que si fueran independientes, además de salir de la Unión Europea, se hundirían más de lo que ya están. Un País Vasco desindustrializado y envejecido, de donde han huido a causa de los libertadores de ETA cientos de miles de personas que no piensan volver a ese paraíso.
Vayamos ahora a Cataluña. En 1976 los residentes en Cataluña con 65 años y más eran el 10% de la población; en 2022 habían sobrepasado el 25%. En 1976 los nacidos en Cataluña de madres españolas fueron 104.000 y en 2022 no llegaron a 35.000. Si a estas demografías declinantes se unen en ambas comunidades unas derivas negativas en el campo económico, en buena parte debido a sus políticas nacionalistas, repito: ¿quién va a querer la independencia en ellas? Lo dicho, nadie en su sano juicio.
Para Leguina, la clave de bóveda es luchar no tanto contra los separistas, sino contra el PSC, al que tilda de cáncer para el PSOE:
¿Qué quieren entonces los separatistas? Pues está bastante claro: que desaparezca allí el Estado, pero que se queden sus dineros. Ese es el objetivo real que los demócratas españoles deberíamos combatir. Pero el mayor enemigo a combatir no son los separatistas sino el PSC, ese cáncer que viene llevando al PSOE hacia el desastre con su impulso insano, que lleva erosionándolo desde la época de ese genio llamado José Luis Rodríguez Zapatero.
El histórico socialista tiene claro que Pedro Sánchez acabará por sacar al Estado de esas dos comunidades autónomas, pero sí que seguirá financiando a ambos territorios con el dinero de todos los españoles:
En efecto, Sánchez y sus acólitos sacarán al Estado de Cataluña y del País Vasco y el resto de los españoles seguiremos pagando cupos y pensiones y condonando deudas como imbéciles.