'EN BOCA DE TODOS' (CUATRO)

Antonio Naranjo destroza a dos integrantes del equipo de opinión sincronizada de Moncloa: «¡A mí no me llamáis mentiroso!»

"Ese documento aparece además en el teléfono privado de una persona del gabinete de la presidencia del Gobierno"

Rebeca Marín y Sarah Santaolalla son dos peones del equipo de opinión sincronizada de La Moncloa.

Ambas, habituales del programa ‘En Boca de Todos‘ (Cuatro) fueron a ganarse el bocadillo para tratar de dejar mal al asesor de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, por el hecho de haber sido llamado a declarar como testigo en el famoso caso de la filtración de datos de Alberto González, la pareja de la presidenta madrileña, por parte de la Fiscalía General del Estado.

Las dos jugaron a llevarse las manos a la cabeza como si Rodríguez estuviese imputado al igual que Álvaro García Ortiz. Pero Antonio Naranjo hizo de perfecto contrapunto:

Dejemos de liarlo todo. El señor Rodríguez se podrá enfrentar a la responsabilidad, que yo creo que muchos periodistas se lo recriminamos, de darnos una información parcial y bla, bla, todo lo que queráis. Pero aquí de lo que estamos hablando es de que el fiscal general del Estado, que tiene una obligación legal, juega por instrucciones de La Moncloa, con información que tiene obligación de guardar, y que él filtra con el ánimo de derribar a un rival político. No debe buscar la justicia con un defraudador de Hacienda, ni de desmentir un bulo. Punto. A partir de ahí, lo sorprendente es que las mismas personas que le quitáis importancia a que todo un fiscal general del Estado esté imputado por órdenes, por hacer una cosa delictiva, por órdenes del presidente del Gobierno, pretendéis que Miguel Ángel Rodríguez, por ir de testigo, es como si yo pudiese…

Rebeca Marín no estuvo por la labor:

Yo no quito importancia en absoluto. Es más, creo que sí se demuestra, porque de momento está en el Supremo. O sea, quiero decir, de momento nadie ha dicho que el fiscal… No está demostrado que el fiscal haya filtrado la información porque si no estaría ahora mismo fuera y no lo está. Naranjo, dejemos de engañar a la audiencia. Todavía se está dirimiendo en la Justicia.

Naranjo, llevándose las manos a los ojos, hacía el gesto de tapárselos para denunciar que sí lo que había que hacer era la vista gorda. Sarah Santaolalla, con un tono agrio, le dijo que se llevase las manos a otro sitio:

Por lo menos te las pones en la boca y no mientes, Naranjo. Tápate la boca.

El tertuliano de Alcalá de Henares (Madrid) saltó:

Dos veces me han llamado mentiroso. Voy a explicar entonces quién está mintiendo. Me lo has llamado tú y me lo has llamado tú. A mí no me llamáis mentiroso. Es que no tenéis ni idea o lo manipuláis.

Marín seguía con el raca raca:

No quiero quitar importancia a que pueda haber habido una filtración desde una institución como la Fiscalía. De momento, insisto, está en la justicia. Se está dirimiendo. Pero tampoco quiero quitar importancia, y sé que no está al mismo nivel, pero no puedes poner el ejemplo de un policía y un cajero del supermercado, porque Miguel Ángel Rodríguez es un alto cargo de la Comunidad de Madrid. Entiendo que no está al mismo nivel, ni es el mismo delito, lo he explicado antes Chicote, perfectamente. Pero creo que es relevante que desde un alto cargo de la Comunidad de Madrid, que también es una institución que representa a los madrileños y madrileñas, se ponga y se defienda a un señor de manera particular y se diga un bulo. Creo que son dos cosas y dos hechos que simplemente hay que destacar.

Naranjo ya fue a saco:

A mí que me llame mentiroso cuando una de dos, o no te lo sabes o no te lo quieres saber. Yo apuesto por la segunda opción. Vamos a explicar lo que pasó. O sea, el fiscal general del Estado asume, y un informe judicial de la UCO ya lo atestigua, su participación preeminente en filtrar un documento que es privado y que él tiene obligación de custodiar. Documento que aparece literalmente tal cual. Estos son hechos. Ese documento aparece además en el teléfono privado de una persona del gabinete de la presidencia del Gobierno, no es Pilar Sánchez Acera, en el gabinete de la presidencia del Gobierno y a continuación ese documento literal que el fiscal general del Estado tiene obligación de custodiar aparece en el teléfono de un alto cargo socialista que acaba siendo despedido por llevarlo y denunciarlo. Esta es la realidad. Y a partir de ahí podéis enredar lo que queréis con Rodríguez que creo que el reproche es periodístico. No, todo lo demás es mentira.

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