La Moncloa ha cometido un error garrafal al difundir por error a los periodistas el argumentario con el que la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, debía responder para impulsar el relato oficial sobre los escándalos de corrupción que rodean a Pedro Sánchez.
En el texto, se adelantan las respuestas preparadas que debía ofrecer Alegría a los medios sobre las causas abiertas contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, su hermano, David Sánchez, Koldo, Aldama y el fiscal general, Álvaro García Ortiz.
En el correo difundido por la Secretaría de Estado de Comunicación indican que los casos que señalan a la mujer y el hermano del presidente quieren victimizarlos al señalar que “las querellas que ha dado inicio a los procesos son muy similares”. Moncloa ordena a Alegría a despreciar los procesos por que en ambos casos son los “mismos denunciantes”, que siguen la “misma estrategia” y “las mismas conclusiones”. Por supuesto, tiene que hacer énfasis en que forman parte de “la estrategia de la derecha y la ultraderecha”.
El documento que el Gobierno ha difundido por error este martes, antes de la rueda de prensa en la que Alegría debía hablar sobre lo discutido en el Consejo de Ministros, abunda en que todo se trata de una acción “para intimidarles” y cada escándalo cuenta con un argumentario particular.
En el de Begoña Gómez, por ejemplo, la orden es afirmar que “no hay caso” y que todo forma parte de “una campaña de bulos y difamaciones contra el Gobierno”. Ahora que ha trascendido que una asesora de Moncloa hacía de asistente para los negocios de la esposa del presidente, en el documento señala que Alegría debe repetir que “todas las parejas de los presidentes del Gobierno han contado con una persona que les ha asistido”, aunque nunca ha sucedido algo como lo que está pasando.
Sobre el escándalo más peligroso para el futuro político de Sánchez, la trama de corrupción llamada caso Koldo, la orden es seguir ridiculizando al comisionista Víctor de Aldama. Pese a que ya hay evidencia de que no mintió ante el juez, el relato oficial es afirmar que “no tiene credibilidad” y que su “su estrategia de defensa consiste en mentir”.
En cuanto al fiscal general, Álvaro García Ortiz, señalado por la filtración de los datos de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el documento creado para intentar distraer, emplaza a la portavoz de Gobierno a aseverar que “todo este tema surge porque la señora Ayuso miente sobre su pareja” y que García Ortiz solo ha “desmentido un bulo” aunque haya podido delinquir.
Sobre la forma en que la información se filtró a la prensa, que toda la evidencia apunta justamente a Moncloa, la estrategia planteada es negarlo tantas veces sea necesaria, al señalar que Alegría debe afirmar que se enteraron “de las presuntas actividades delictivas del señor González Amador a través de la prensa” e impulsar la idea de que es “curioso” que ahora sean ellos los que deban dar explicaciones.
