UN VIAJE CULINARIO A TRAVÉS DEL TIEMPO EN EL CORAZÓN DE LA CAPITAL

El restaurante Botín celebra tres siglos de historia y sabor en Madrid

El emblemático establecimiento madrileño conmemora su 300º aniversario con eventos especiales y una nueva imagen corporativa. Periodista Digital, invitado a la fiesta conmemorativa.

El restaurante Botín celebra tres siglos de historia y sabor en Madrid
Restaurante Botín, el más antiguo del mundo Paul Monzón

En el corazón del Madrid de los Austrias, donde el aroma a cochinillo asado se entrelaza con siglos de historia, el restaurante Botín se engalana para celebrar un hito sin precedentes en la gastronomía mundial. Esta mañana, en un evento que ha congregado a prensa y personalidades, el establecimiento más antiguo del mundo según el Libro Guinness de los Récords ha presentado las iniciativas con las que conmemorará su tricentenario.

@monzonpaul

Tres siglos de tradición culinaria

Desde que Cándido Remis abriera sus puertas en 1725, Botín ha sido testigo y protagonista de la evolución de Madrid. Ubicado en el número 17 de la calle Cuchilleros, a escasos pasos de la Plaza Mayor, este templo gastronómico ha sobrevivido a guerras, revoluciones y pandemias, manteniendo viva la llama de su horno de leña, que no se ha apagado en tres siglos.

Antonio González, actual propietario y descendiente de la familia que adquirió el negocio en 1930, ha declarado emocionado: «Botín es más que un restaurante; es un libro abierto de la historia de Madrid. Cada rincón, cada azulejo, cada receta, cuenta una historia que se remonta a 1725».

Su majestad, el cochinillo

Un menú que trasciende el tiempo

La carta de Botín es un viaje en el tiempo a través del paladar. Sus platos estrella, el cochinillo y el cordero asado, siguen preparándose en el mismo horno de leña que ha estado en funcionamiento desde el siglo XVIII. «Nuestro secreto es simple», explica el chef Carlos González, «respetamos la tradición pero no tememos innovar. Usamos las mismas técnicas que hace 300 años, pero con un toque contemporáneo».

Entre las especialidades que han conquistado a comensales de todo el mundo se encuentran las manitas de cochinillo rebozadas, los callos a la madrileña y la sopa castellana. «Cada plato es un homenaje a la cocina tradicional madrileña», añade González.

Los actores Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni

Un escenario de la cultura y la literatura

Botín no solo ha alimentado estómagos, sino también la imaginación de grandes escritores. Ernest Hemingway, asiduo del local, inmortalizó el restaurante en su novela «Fiesta», describiendo con detalle una cena de cochinillo regada con Rioja Alta. El Nobel estadounidense no fue el único; Benito Pérez Galdós, Ramón Gómez de la Serna y más recientemente María Dueñas, han incluido a Botín en sus obras, convirtiéndolo en un personaje más de la literatura española.

Periodista Digital, invitado al tricentenario del Restaurante Botín

Graham Greene, en su novela «Monseñor Quijote«, sugiere a sus personajes: «Propongo que antes de comprar los calcetines morados nos regalemos con un buen almuerzo en Botín». Esta recomendación ficticia refleja la realidad de muchos madrileños y turistas que consideran una visita a Botín como parte esencial de su experiencia en la capital.

Celebrando tres siglos de excelencia

Para conmemorar este hito histórico, Botín ha preparado una serie de eventos y novedades:

  • Menú del Tricentenario: Una selección especial de platos que recorren la historia culinaria del restaurante.
  • Nueva imagen corporativa: Un logotipo renovado que fusiona tradición y modernidad.
  • Exposición histórica: Un recorrido por los 300 años de Botín a través de fotografías, documentos y objetos históricos.
  • Libro conmemorativo: Una publicación que recopila anécdotas, recetas y la historia del restaurante.

José González, director de marketing, ha comentado: «Queremos que esta celebración sea un agradecimiento a todos los que han hecho posible estos 300 años: nuestros clientes, empleados y proveedores. Sin ellos, Botín no sería lo que es hoy».

Jackie Kennedy

Un legado que mira al futuro

A pesar de su longevidad, Botín no se duerme en los laureles. El restaurante ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. Durante la pandemia de COVID-19, por primera vez en tres siglos, se vio obligado a cerrar sus puertas al público. Sin embargo, mantuvo el horno encendido como símbolo de resistencia y esperanza.

«Fue un momento difícil», recuerda Antonio González, «pero nos sirvió para reinventarnos. Implementamos nuevas medidas de seguridad y exploramos opciones como el delivery de algunos de nuestros platos emblemáticos».

Un referente gastronómico mundial

La fama de Botín trasciende fronteras. La revista Forbes lo situó en el tercer puesto entre los 10 mejores restaurantes clásicos del mundo. Este reconocimiento no solo se debe a su longevidad, sino también a la calidad constante de su oferta gastronómica.

Jesús Sánchez, chef navarro con tres estrellas Michelin, ha comentado sobre Botín: «Es un ejemplo de cómo la tradición y la excelencia pueden ir de la mano. Su capacidad para mantener la calidad durante tres siglos es admirable».

El futuro de una leyenda viva

Mientras Botín celebra su pasado, también mira hacia el futuro. La nueva generación de la familia González, representada por Carlos González, tiene claro el camino a seguir: «Nuestro objetivo es mantener viva la esencia de Botín, adaptándonos a las nuevas tendencias sin perder nuestra identidad. Queremos que dentro de otros 300 años, Botín siga siendo un referente de la gastronomía madrileña y española».

El restaurante Botín no es solo un establecimiento gastronómico; es un testigo vivo de la historia de Madrid y de España. Sus paredes han visto pasar reyes, presidentes, artistas y escritores. Han sido testigos de revoluciones, guerras y cambios sociales. Pero sobre todo, han sido el escenario de innumerables momentos de felicidad, celebraciones y encuentros memorables.

Mientras el aroma a cochinillo asado sigue impregnando la calle Cuchilleros, Botín se prepara para escribir los próximos capítulos de su historia. Una historia que, como el buen vino, mejora con el tiempo y promete seguir deleitando a generaciones futuras con su mezcla única de tradición, sabor y hospitalidad madrileña.

El actor David Niven fue uno de las ilustres visitas del restaurante Botín

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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