Con el lugar, cómo o con quién duerme Pilar Alegría nos pasa lo mismo que con las aficiones, inclinaciones o tendencias sexuales del resto de ministros de Sánchez: Nos importaría un comino
Nos traería al pairo, si no fuera porque pernoctar aquel 15 de septiembre de 2020 en el Parador de Teruel convertía a la ahora portavoz del Gobierno Frankenstein, en testigo privilegiado de los hechos.
Es imposible haber estado en el establecimiento hotelero el mismo día de la orgía de Ábalos y compadres no haberse enterado de nada.
Claro que se enteró, pero guardó un silencio cómplice y encubridor durante más de cuatro años, como guardó silencio y encubrió las indignas andanzas de Ábalos el hoy ministro de Transformación Digital, Óscar López, entonces presidente de Paradores.
La figura cada día más desangelada de Ábalos, exministro de Transportes y otrora Nº-2 del PSOE, vuelve a estar en el centro de la polémica por unos hechos que, cuatro años después, han resurgido con fuerza.
Según las pruebas que circulan por Internet, el jerifalte socialista organizó una fiesta en el Parador de Teruel, durante la cual hizo trasladar en furgoneta a varias prostitutas desde Valencia porque «no le gustaban las disponibles en Teruel».
Este episodio habría ocurrido en plena pandemia, cuando las restricciones por la COVID-19 estaban vigentes y el país atravesaba tensiones sociales y económicas significativas.
El escándalo no se limita a la presencia de escorts.
Testimonios recogidos por empleados del Parador detallan cómo la suite principal quedó completamente destrozada tras una noche de excesos.
La gravedad del asunto se amplía al conocerse que entre los asistentes se encontraban personas vinculadas al círculo cercano del exministro, incluido su asesor Koldo García Izaguirre y el hermano de este último.
Pilar Alegría: incómoda presencia
La polémica adquiere una dimensión política aún mayor con la implicación indirecta de Pilar Alegría, actual portavoz del Gobierno y ministra de Educación, quien en aquel entonces era delegada del Gobierno en Aragón. Alegría ha admitido haber estado alojada en el mismo Parador durante esa noche, pero ha negado cualquier conocimiento o participación en los hechos.
A pesar de sus declaraciones, las dudas persisten. Desde filas opositoras, como el Partido Popular, se han planteado preguntas directas sobre su papel aquella noche. ¿Sabía lo que estaba ocurriendo? ¿Por qué optó por no informar sobre estos acontecimientos cuando comenzaron a circular rumores? La ministra ha respondido con enfado, calificando las acusaciones como «informaciones no verificadas» provenientes de «pseudomedios». Sin embargo, su actitud evasiva ha generado más interrogantes que certezas.
La logística detrás del escándalo
Uno de los aspectos más llamativos del caso es la logística utilizada para trasladar a las mujeres desde Valencia. Según los informes, estas prostitutas habrían sido recogidas en clubes de alterne conocidos como Paladium Swingers y Lirio Valencia, situados en Torrent. Se aprovecharon las lagunas legales existentes entonces en los registros hoteleros para que las acompañantes pudieran acceder a las habitaciones sin dejar rastro oficial. Esto ha complicado cualquier investigación posterior sobre lo sucedido.
Además, la propia infraestructura pública quedó comprometida: el Parador de Teruel, gestionado por una red pública nacional, fue escenario de este descontrol. Los daños causados fueron tales que el personal del establecimiento tuvo que recurrir a instancias superiores para decidir cómo proceder.
Reacciones políticas: un frente abierto para el PSOE
El caso ha reavivado tensiones dentro del PSOE y ofrece munición a sus rivales políticos. Desde el Partido Popular han exigido explicaciones claras no solo por parte de Ábalos sino también del resto de figuras implicadas. El portavoz popular Fernando Ledesma no dudó en calificar lo sucedido como un ejemplo más del «desgobierno moral» dentro del partido liderado por Pedro Sánchez.
Por su parte, algunos socialistas han optado por minimizar el tema o cuestionar la veracidad de las publicaciones. Sin embargo, las revelaciones documentadas y los testimonios de empleados del Parador complican esta estrategia defensiva.
El contexto pandémico: un agravante ético
No hay que olvidar que este escándalo ocurrió durante uno de los momentos más difíciles para España debido a la pandemia. Mientras millones de ciudadanos cumplían con estrictas restricciones sanitarias y sufrían pérdidas personales y económicas, un alto cargo público presuntamente violaba esas normas para organizar una fiesta privada.
El simbolismo negativo es innegable: quienes deben dar ejemplo desde sus posiciones de poder mostraron un comportamiento contrario al sacrificio colectivo que pedían a los ciudadanos.
Curiosidades y detalles adicionales
- Las limpiadoras del Parador relataron cómo quedaron «asustadas» tras ver el estado en que quedó la suite principal.
- En documentos relacionados con investigaciones patrimoniales sobre Koldo García Izaguirre se han encontrado contactos frecuentes con prostitutas brasileñas.
- El informe oficial revela que tanto Ábalos como Koldo García compartieron alojamiento esa noche; sin embargo, Pilar Alegría sigue esquivando confirmar dónde durmió exactamente.
