El mercado inmobiliario español está experimentando un fenómeno sin precedentes: la venta de viviendas okupadas. Este controvertido nicho de mercado ha surgido como respuesta a la creciente problemática de la okupación en España, ofreciendo oportunidades de inversión de alto riesgo pero con potenciales beneficios significativos.
El auge de las viviendas okupadas en venta
Según un reciente estudio del portal inmobiliario Idealista, actualmente hay más de 20.000 viviendas okupadas a la venta en España, lo que representa el 2,6% de todas las propiedades ofertadas en el mercado. Este dato refleja la desesperación de muchos propietarios que, ante la imposibilidad de desalojar a los okupas por vías legales convencionales, optan por vender sus propiedades a precios muy por debajo del valor de mercado.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, explica que «la compra de una vivienda okupada es una operación con unas circunstancias especiales, pero es totalmente legal siempre y cuando comprador y vendedor estén al tanto de todos los detalles del inmueble». Esta situación ha creado un nicho de mercado para inversores dispuestos a asumir riesgos a cambio de adquirir propiedades a precios significativamente reducidos.
Descuentos significativos y riesgos asociados
Los descuentos ofrecidos en estas propiedades pueden ser sustanciales. Según los datos disponibles, las rebajas oscilan entre el 25% y el 30% del valor de mercado, pudiendo llegar en algunos casos hasta el 60%. Sin embargo, estos atractivos precios vienen acompañados de riesgos considerables:
- Imposibilidad de verificar el estado del inmueble: Al estar okupado, el comprador no puede inspeccionar la propiedad antes de la compra.
- Costes legales: El proceso de desalojo puede ser largo y costoso.
- Daños potenciales: Las viviendas okupadas suelen requerir reformas importantes tras el desalojo.
- Dificultad de financiación: Estas propiedades no suelen ser elegibles para hipotecas convencionales.
Perfil del comprador y estrategias de inversión
El mercado de viviendas okupadas atrae principalmente a dos tipos de compradores:
- Inversores profesionales: Fondos de inversión y empresas especializadas que buscan adquirir propiedades a bajo precio para su posterior revalorización.
- Pequeños inversores: Particulares que ven una oportunidad de entrar en el mercado inmobiliario a precios reducidos.
Investfy, una compañía especializada en inversiones inmobiliarias, advierte que «la compra de una vivienda okupada es una inversión de riesgo que lógicamente debe llevar aparejada una importante rebaja en el precio del inmueble». Sin embargo, también señala que puede ser una buena alternativa de inversión si se gestiona adecuadamente.
Estrategias para gestionar la compra de viviendas okupadas
Para aquellos que consideren esta opción de inversión, los expertos recomiendan:
- Realizar una due diligence exhaustiva: Verificar el estado legal y urbanístico de la propiedad.
- Contar con asesoramiento legal especializado: Es crucial para navegar el complejo proceso de desalojo.
- Disponer de fondos propios: La financiación bancaria suele ser difícil de obtener para estas propiedades.
- Investigar el perfil de los okupas: Conocer si se trata de okupas vulnerables o de otro tipo puede afectar el proceso de desalojo.
- Considerar la negociación: En algunos casos, negociar directamente con los okupas puede ser una opción más rápida que el proceso legal.
El debate social y legal en torno a la okupación
El fenómeno de la venta de viviendas okupadas ha reavivado el debate sobre la necesidad de reformar la legislación actual. Recientemente, el Congreso ha aprobado empezar a tramitar una ley para agilizar los desalojos de okupas en 48 horas, una medida que podría cambiar significativamente el panorama de este mercado.
Sin embargo, la cuestión sigue siendo controvertida. Mientras algunos ven en estas medidas una forma de proteger los derechos de los propietarios, otros advierten sobre la necesidad de salvaguardar a los colectivos vulnerables que recurren a la okupación como última opción habitacional.
Conclusión
La compra de viviendas okupadas representa una nueva frontera en el mercado inmobiliario español, ofreciendo oportunidades de inversión de alto riesgo pero con potenciales beneficios significativos. Sin embargo, es crucial que los inversores sean plenamente conscientes de los riesgos y complejidades asociados a estas operaciones. A medida que el debate sobre la okupación continúa, es probable que veamos cambios en la legislación y en el mercado que podrían afectar significativamente a este controvertido nicho de inversión.
