PARTIDOS ULTRACONSERVADORES GANAN TERRENO ANTE LAS ELECCIONES DE 2025

El auge de la extrema derecha en Europa: ¿una tendencia imparable?

El crecimiento de movimientos de extrema derecha en Europa se consolida, impulsado por la inmigración y la crisis económica

El auge de la extrema derecha en Europa: ¿una tendencia imparable?

La pregunta clave es si es una tendencia imparable.

La segunda, si se trata de algo general o contragioso.

El auge de la extrema derecha en Europa ha sido un fenómeno notable en las últimas décadas, impulsado por una combinación de factores como la crisis económica, el aumento de la inmigración y el desencanto con las instituciones tradicionales.

Partidos de extrema derecha han ganado terreno en países como Francia, Italia, Hungría y Alemania, capitalizando el miedo al cambio cultural y la percepción de una pérdida de soberanía frente a la globalización y la Unión Europea.

Estas formaciones políticas suelen promover discursos nacionalistas, antiinmigración y euroescépticos, resonando con sectores de la población que se sienten ignorados por los partidos tradicionales de centro.

Si bien este ascenso es significativo, no es necesariamente imparable, ya que su éxito depende de contextos nacionales específicos y de la capacidad de los gobiernos para abordar las inquietudes sociales y económicas que los alimentan.

En el mundo real, ejemplos concretos ilustran esta tendencia.

En Francia, el partido Reagrupación Nacional de Marine Le Pen ha consolidado su posición como una fuerza política relevante, llegando a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2017 y 2022.

En Italia, Hermanos de Italia, liderado por Giorgia Meloni, asumió el poder en 2022, marcando el retorno de una derecha radical al gobierno desde la posguerra.

Hungría, bajo el liderazgo de Viktor Orbán y su partido Fidesz, ha sido un bastión del nacionalismo conservador, con políticas antiinmigración y un fuerte control estatal.

En Alemania, Alternativa para Alemania (AfD) ha ganado apoyo, especialmente en el este del país, reflejando el descontento con la inmigración y las élites políticas.

Un fenómeno en expansión

El auge de la extrema derecha en Europa no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia global que ha cobrado fuerza en los últimos años.

Partidos como Alternativa para Alemania (AfD), el Reagrupamiento Nacional en Francia y Hermanos de Italia han experimentado un crecimiento significativo en sus bases de apoyo, posicionándose como fuerzas políticas relevantes en sus respectivos países.

Este fenómeno ha llamado la atención de medios internacionales como The Times y Der Spiegel, que han dedicado extensos análisis al crecimiento de estos movimientos ultraconservadores de cara a las elecciones de 2025. La preocupación no se limita a Europa; periódicos como Clarín en Argentina y Folha de S.Paulo en Brasil han abordado el tema desde una perspectiva global, reflejando los temores y debates que trascienden fronteras.

Factores impulsores del cambio

El ascenso de la extrema derecha encuentra sus raíces en una combinación de factores:

  • Inmigración: La percepción de una crisis migratoria ha sido un catalizador para el apoyo a políticas más restrictivas.
  • Crisis económica: La incertidumbre financiera y el desempleo han alimentado el descontento con las políticas económicas tradicionales.
  • Identidad cultural: El temor a la pérdida de valores y tradiciones nacionales ha resonado en ciertos sectores de la población.
  • Desconfianza en las instituciones: Un creciente escepticismo hacia los partidos políticos establecidos y las instituciones europeas ha beneficiado a las alternativas más radicales.

El liderazgo femenino en la ultraderecha europea

Un aspecto notable de este fenómeno es el prominente papel que están jugando las mujeres en el liderazgo de algunos de los principales partidos de extrema derecha en Europa. Figuras como Alice Weidel de AfD en Alemania, Giorgia Meloni de Hermanos de Italia y Marine Le Pen del Reagrupamiento Nacional en Francia se han convertido en los rostros visibles de sus respectivos movimientos.

Estas líderes han logrado consolidar su posición y ampliar la base de apoyo de sus partidos, desafiando los estereotipos tradicionales asociados con la política de extrema derecha. Su ascenso representa un cambio significativo en la dinámica de estos movimientos y ha contribuido a su creciente atractivo electoral.

Impacto en las elecciones de 2025

De cara a las elecciones de 2025, las encuestas y proyecciones sugieren un fortalecimiento de las posiciones de estos partidos ultraconservadores en varios países europeos. Este escenario plantea desafíos significativos para los partidos tradicionales y para la estabilidad política de la Unión Europea en su conjunto.

La posibilidad de que partidos de extrema derecha obtengan resultados históricos en las próximas elecciones ha llevado a un replanteamiento de estrategias por parte de los partidos centristas y de izquierda. Algunos analistas advierten sobre el riesgo de una mayor polarización política y de posibles cambios en las políticas de inmigración y seguridad a nivel europeo.

Reacciones y contramovimientos

El crecimiento de la extrema derecha no ha pasado desapercibido y ha generado reacciones en diversos sectores de la sociedad europea. Movimientos de protesta, campañas de concienciación y coaliciones entre partidos moderados se han formado en respuesta a esta tendencia.

Organizaciones de derechos humanos y grupos pro-europeos han intensificado sus esfuerzos para contrarrestar la narrativa de la extrema derecha, enfatizando los valores de tolerancia, diversidad e integración que han sido pilares de la construcción europea.

Perspectivas de futuro

El ascenso de la extrema derecha en Europa plantea interrogantes sobre el futuro político del continente. Mientras algunos ven en este fenómeno una amenaza para los valores democráticos y la cohesión europea, otros lo interpretan como un llamado de atención sobre problemas no resueltos en materia de inmigración, seguridad y economía.

Lo cierto es que el panorama político europeo está experimentando una transformación significativa. El desafío para los líderes y ciudadanos europeos será encontrar un equilibrio entre abordar las preocupaciones legítimas de la población y mantener los principios fundamentales de democracia, derechos humanos y solidaridad que han caracterizado al proyecto europeo.

En este contexto de cambio e incertidumbre, las elecciones de 2025 se perfilan como un momento crucial que definirá el rumbo político de Europa en los años venideros. La capacidad de los diferentes actores políticos para adaptarse a este nuevo escenario y ofrecer respuestas convincentes a los desafíos actuales determinará en gran medida el futuro del continente.

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