El último sondeo publicado por Sociométrica para ‘El Español‘ refleja un escenario político que podría marcar un punto de inflexión en España.
Según los datos, el Partido Popular (PP) obtendría 147 escaños con el 34% del voto, una cifra que supera a los seis partidos de izquierda combinados. Este resultado permitiría a Alberto Núñez Feijóo ser investido presidente incluso sin integrar a VOX en su gobierno, bastando con su abstención y acuerdos puntuales con otras fuerzas políticas.
Este avance del PP se produce tras meses de desgaste del bloque progresista liderado por Pedro Sánchez. La fragmentación interna entre PSOE y Sumar, junto con las tensiones derivadas del pacto PSC-ERC en Cataluña y las investigaciones judiciales que afectan al entorno socialista, han debilitado significativamente sus apoyos electorales. Mientras tanto, Feijóo ha logrado consolidar su liderazgo como alternativa viable frente al actual Gobierno.
La caída de la izquierda: factores clave
La debilidad del bloque progresista no solo responde a errores estratégicos o escándalos políticos; también hay factores estructurales detrás:
- Fragmentación interna: Sumar no ha conseguido retener ni siquiera la mitad de los votantes obtenidos por Podemos en las elecciones generales pasadas. Esto deja al espacio político liderado por Yolanda Díaz muy lejos de ser competitivo frente al PP o incluso VOX.
- Desgaste gubernamental: Los efectos acumulativos tras años en Moncloa han pasado factura al PSOE. A pesar de intentos recientes por recuperar terreno —como medidas sociales o pactos autonómicos— estos parecen insuficientes ante una oposición fortalecida.
- Cambio generacional: Curiosamente, mientras VOX capta parte importante del voto joven (24% entre 18 y 24 años), el PSOE pierde atractivo entre este segmento demográfico clave para garantizar relevancia futura dentro del electorado español.
¿Qué significa esto para VOX?
Aunque el auge popular podría relegar parcialmente a VOX como socio imprescindible dentro del bloque conservador, Santiago Abascal mantiene una base sólida gracias principalmente al descontento social hacia ciertas políticas progresistas percibidas como excesivas o divisivas. Sin embargo:
- Su capacidad negociadora quedaría limitada si Feijóo logra formar gobierno sin depender directamente ellos.
- Podrían surgir tensiones internas respecto hasta qué punto moderarse versus mantener posiciones maximalistas ideológicas.
En cualquier caso resulta evidente cómo ambos partidos comparten intereses comunes aunque diverjan tácticamente sobre cómo implementarlos concretamente.
Escenarios posibles post-elecciones
Si estas tendencias persisten hasta celebrarse comicios generales próximos:
- El PP tendría margen suficiente negociar alianzas flexibles dependiendo coyunturas específicas parlamentarias evitando compromisos rígidos largo plazo.
- Por otro lado ,la recomposición necesaria dentro filas izquierdistas requerirá replanteamientos profundos tanto discursivos organizativos antes aspirar recuperar terreno perdido actualmente .
Curiosamente ,algunos analistas sugieren similitudes históricas respecto ciclos alternancia bipartidismo predominantes décadas anteriores donde mayorías absolutas eran norma habitual contexto democrático español moderno .
